lunes, 9 de abril de 2012

ADIESTRADOS PARA LA BATALLA

INTRODUCCION

Posiblemente te has hecho la misma pregunta que yo: ¿Por qué hay que luchar tanto para sobrevivir? ¿Por qué obtener lo que queremos se hace tan difícil? Nacimos pero muchos de nosotros tuvimos problemas al nacer o estando recién nacidos; vamos creciendo, algunos crecimos con todas las facilidades pero otros no corrieron con la misma suerte sino que desde pequeños han sabido lo que es pasar trabajo.

A cierta edad tenemos que empezar a asistir a la escuela, algunos con bastantes luchas han podido terminar sus estudios, otros estamos en camino, otros no tienen ninguna esperanza de terminarlos. Llegamos a una edad en que ya nos sentimos siendo carga para nuestros padres, tenemos que empezar a trabajar, entonces se va apretando la situación.

Llega la etapa de querer casarse, es cuando le suben 7 grados más al horno de fuego de la vida y para completar el ciclo de vida de nacer, crecer y reproducirse, llegan los hijos y es aquí cuando la lucha se pone fuerte, cuando ya no luchas solo para sobrevivir tú, sino que tienes una vida bajo tu responsabilidad, una vida que no pidió nacer y que tu debes responder por ella. Pero éste es el proceso de la vida y estamos sujetos a esto.

En definitiva la vida de todo ser humano, es una constante lucha de sobrevivencia, sea creyente o no, sea espiritual o no, inmediatamente nació, entró al campo de batalla.

Todos de alguna forma u otra peleamos una batalla, solo que unos peleamos como tenientes o sargentos, otros pelean como mayores, capitanes y coroneles, otros pelean a nivel de generales, pero todos peleamos.

Llegó un momento en que pudimos entender que este mundo está dividido en dos batallones (el bien y el mal), que no hay un intermedio, y aunque no elegimos dónde nacer ni a qué familia pertenecer, sí tenemos la oportunidad de elegir a cuál batallón pertenecer y a quién servir.

Como personas que hemos decidido pertenecer al batallón de los hijos de luz y teniendo como jefe del escuadrón a Jehová de los ejércitos, Aquel que se hace llamar “Varón de guerra” (Ex.15:3), Aquel que es poderoso en batalla (Sal.24:8), podemos tener la plena seguridad que estamos bien comandados. Dijo Junior Reyes: “Si Jehová tiene un doctorado en algo, lo tiene en guerra. Jehová es experto en guerra, pero nosotros no, por ende:

CUATRO PARTES QUE DIOS QUIERE ADIESTRAR EN NOSOTROS ANTES DE IR A LA BATALLA

Cuando hablo de ADIESTRAR, me refiero a: Enseñar, preparar, amaestrar, hacerse ágil mediante un proceso.

SER TESTIGO:

1 Juan 1:1: “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida”.

EL OIDO: “lo que hemos oído

Órgano sumamente sensible. Las infecciones de oído son más comunes en bebés y niños pequeños. Algunas enfermedades del oído pueden terminar en problemas de la audición y sordera.

Adiestrar tu oído para ir a la batalla es sumamente importante pues un sordo no puede ir a la batalla. Dios habla en enero, febrero, marzo, abril, tal vez en mayo, junio y julio, pero si no ponemos atención, un día Dios dejará de hablar.

Lamentablemente hay personas que escuchan los mensajes y como dice un viejo refrán: “Les entra por un oído y sale por el otropero los que tienen oídos espirituales atentos, dicen como Samuel: “Habla Jehová que tu siervo escucha”.

Pero no temporalmente, sino un oído adiestrado y sensible a la voz de Dios, que se deja dirigir y sabe distinguir la voz de Dios. Oídos que anhelan estar en la presencia de Dios para que Dios les ministre una palabra personalmente y no solo cuando vienen al culto y Dios les habla a través del mensaje.

Sabemos que hay diferentes voces: Satanás, la conciencia (espíritu humano) y el Espíritu de Dios. Entonces ¿Cómo distinguir la voz de Dios?

· Dios nunca va a contradecir con su Palabra. Para saber esto, es necesario conocer la Palabra de Dios.

· Dios nunca te indicará hacer algo que quebrante tu integridad. Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad”. (Sal.84:11)

· Dios te dará paz en lo que vas hacer. “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”. (Filipenses 4:8-9)

EL OJO: “lo que hemos visto con nuestros ojos”

Definitivamente los ciegos no pueden ir a la batalla. Es esencial adiestrar nuestra vista para ser un buen guerrero. Algunos problemas oculares son menores y transitorios. Pero otros, pueden causar pérdida total de la visión. Algunas enfermedades visuales frecuentes: Miopia, Astigmatismo, Conjuntivitis, Cataratas, Glaucoma.

El glaucoma es una enfermedad de los ojos que se caracteriza por la pérdida progresiva de las fibras nerviosas de la retina. La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas en las primeras fases de la enfermedad; más adelante aparecen defectos en el campo visual y pérdida progresiva de visión.

En lo espiritual es exactamente igual. Muchos van perdiendo la visión lentamente, se vuelven inmune al pecado, insensibles a las necesidades de oración, lectura de la palabra, y cuando reaccionan, se dan cuenta que han perdido totalmente la visión. Ejemplo “El Sacerdote Elí” (Un ciego espiritual).

Dos Niveles de Visión Espiritual

“Lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado

Discernimiento (Entendimiento, Comprensión): Ver: Percibir a través del sentido de la vista. Entender o darse cuenta de un hecho, realidad o situación.

Antes de venir a Cristo no podíamos entender el evangelio porque el dios de este siglo nos había cegado el entendimiento pero cuando vino la luz de Cristo, abrió nuestros ojos y pudimos comprender que estábamos perdidos, sin fe y sin esperanza. Ahora hemos podido comprender la altura, la anchura, la longitud, la dimensión del amor de Dios.

Cuando Isaías vio la gloria de Dios, entendió que era un pecador y entendió que había estado lejos de Dios.

Dios ya había adiestrado los oídos y los ojos de Job cuando dijo:De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven”. (Job 42:5). Al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro… (Job 19:27)

Ya no es simplemente que me contaron que Jehová es poderoso en batalla, es que yo lo veo peleando por mí, no es solo que me dijeron que Dios sana, es que lo he visto sanándome, no solo me contaron que Dios restaura, es que lo he visto levantándome aún del polvo.

La Contemplación (Admiración). Contemplar: Mirar con interés, atención y detenimiento. Reflexionar con atención y cuidado sobre una cuestión para formar una opinión sobre ella. Aquí ya no simplemente entiendes las cosas de Dios, sino que te admiran, te maravillan, te deleitan. (Ejemplo de David)

A veces tenemos una visión parcial de los asuntos espirituales. Posiblemente estemos viendo los hombres como arboles que caminan, si es así, necesitamos que Jesús nos dé un segundo toque hasta que la visión sea totalmente clara.

LAS MANOS: palparon nuestras manos”

Me llamó poderosamente la atención lo que dijo el pastor Nelson Faña en el retiro, que cuando él se convirtió, descubrió que sus manos no eran simplemente para comer y tocar, sino que sus manos son para: Adorar y también son adiestradas para la batalla. A eso yo le añadiría que mis manos también están adiestradas para bendecir. Jesús dijo: Sobre los enfermos pondrán sus manos y ellos se sanarán.

Vemos en el Nuevo Testamento como los apóstoles mediante la imposición de manos oraban para que las personas recibieran: El Espíritu Santo, los dones, para ser sanados, por fortaleza, para ser enviados...

Debo entender que hay poder en mis manos, que Dios quiere adiestrarlas para la batalla, Dios quiere usarlas como instrumento de bendición para otros, para arrancar y para plantar, para atar y desatar. Debo entender que:

  • Tengo manos santas (sin ira ni contienda). Debo cuidarlas porque todo mi ser pertenece al Señor, porque están ungidas para el servicio y son un instrumento de guerra en Dios.
  • Dios fortalece mis manos cuando están decaídas. Uno de los valientes de David en un momento dado se cansó en medio de la guerra, cuando bajo su mano se dio cuenta que su espada se había quedado pegada. (2 Samuel 23:10). Dios era quien fortalecía sus manos para la batalla. Pero a veces nuestras manos están tan débiles que se nos cae la espada o el instrumento de trabajo. Ejemplo en 2 Reyes 6:5-7. Si se te cayó el hacha dile a tu Señor dónde se te cayó y él te ayudará a recuperarla y podrás continuar trabajando en su obra.

Nuestras manos tienen un poder especial:

  • Los ciegos pueden leer con sus manos.
  • Los sordo-mudos pueden hablar con sus manos.

Permíteme decirte que Dios ha depositado poder en tus manos, sin importar que tengas problemas auditivos, problemas visuales, que no hablas bien, si dejas que el adiestres tus manos para la batalla puedes hacerle guerra a las tinieblas, puedes arrancarle al enemigo lo que te pertenece.

Con tus manos puedes orar por los enfermos y ellos se sanarán, a través de la oración puedes tocar las puertas del cielo y se abrirán, con tu perseverancia puedes tocar el manto de Jesús y recibir lo que anhelas, puedes tocar la gloria de Dios y ser lleno de ella.

Al que pide se le da, el que busca halla, el que llama, el que toca se le abrirán las puertas. Si con fe tocas el manto de Jesús recibirás lo que necesitas.

EL CORAZON:

Dios quiere darnos un corazón guerrero. De nada nos sirve tener oídos atentos, una visión clara del propósito de Dios y manos fuertes, si nuestro corazón está lleno de miedo, inseguridad, temor, tal vez de orgullo, rencor o falta de perdón. Un buen soldado de Cristo, tiene un corazón sano.

SI HABLAMOS DE PERSONAS BIEN ADIESTRADAS PARA LA BATALLA:

HAY QUE HABLAR DE:

Josué, David y sus valientes, Débora, Nehemías, Gedeón. Si se habla de grandes victorias obtenidas por el pueblo de Dios, estas personas están involucradas y tienen algo que ver. Pero quiere que nos detengamos a observar algunos aspectos en Gedeón.

GEDEON (Jueces Capítulos 6 y 7)

Dios llama a Gedeón. La respuesta de Gedeón fue la misma de muchas personas hoy día: Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas”. (Jueces 6:13)


Tal vez al igual que Gedeón, nos hemos preguntado ¿Dónde está mi Dios? Me ha dejado sola en esta batalla, pero la respuesta de Jehová no se hace esperar y nos dice como le dijo a Gedeón: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”. (Jueces 6:16)


Luego de un par de señales y mucho vacilar, Gedeón acepta el llamado. Gedeón ágilmente prepara un gran ejército de hombres, pero Dios dice que son demasiados y realiza un proceso de depuración.


Primero se fueron los miedosos (22 mil de un solo golpe). De 10 mil que habían quedado, luego quedaron 300 hombres que lamieron el agua llevándosela de la mano a la boca, todos los demás se arrodillaron para tomar el agua.


Pero una de las cosas que más me llama la atención en esta historia, son las armas que Dios les dio para ganar esta batalla: Trompetas, Cántaros Vacíos y Antorchas.


Muchas veces decimos como dijo Gedeón: ¿Y cómo voy a ganar esta batalla? Si soy el menor, si no tengo fuerzas, si soy pobre, si nadie me tiene presente. Y Dios también nos dice como le dijo a Gedeón: Yo soy que te envío, no eres tú que vas a pelear, yo pelearé a través de ti.


El enemigo se burla de nosotros y nos dice: ¿Cuáles son tus armas contra mí? ¿Una trompeta, un cántaro vacío y una antorcha? Es ilógico no vas a poder vencer un ejército bien armado con eso. Entonces podemos decirle:

NUESTRAS ARMAS

Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2 Corintios 10:4)

· Trompeta (Adoración): La adoración es un arma de guerra poderosa, la adoración rompe cadenas, la adoración provoca que descienda la gloria de Dios y el yugo se podre a causa de la unción. Los enemigos ven una trompeta pero Jehová ve tu adoración y la ve como instrumento de guerra.

Bendeciré a Jehová en todo tiempo, su alabanza estará de continuo en mi boca. Estoy en luchas pero adoro, estoy en batalla pero canto, estoy siendo perseguido pero mientras corro voy adorando y bendiciendo el nombre de mi Dios. El mundo no entiende esto y se sorprende de nuestra actitud.

· Cántaros Vacíos (Confianza y Dependencia en Dios): Alzaré mis ojos a los montes de dónde vendrá mi socorro, mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. (Sal.24:1)

El cántaro vacío es señal de que en nosotros nada hay, que nada de lo que tenemos puede sorprender al Señor, pero si lo ponemos en sus manos, entonces será poderoso. El cántaro vacío también es humildad.

· El cántaro vacío también es Obediencia: “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti”. (Deut.28:7). Si dependemos de Dios, solo nos queda confiar en él y obedecerle aunque parezca ilógico.

· El cántaro vacío también es Oración: Si dependemos de Dios, tenemos que orar. La batalla espiritual se pelea de rodillas pues la oración es un arma poderosa. (Ejemplo: Daniel oraba aún en contra del edicto)

· Las Antorchas (La Luz de la Palabra): “Tú eres mi lámpara, oh Jehová; Mi Dios alumbrará mis tinieblas”. (2 Samuel 22:29). Tenemos autoridad al declarar la Palabra de Dios. La palabra es una espada aguda

Si leemos la historia completa vemos que los 300 hombres rodearon a los madianitas y cuando tocaron las trompetas, con sus antorchas encendidas y el sonido de los cántaros, los madianitas pensaron que estaban rodeados por un gran ejército. Se confundieron y se mataron unos a otros. Si aceptamos el reto, Jehová nos mostrará su gran poder a nuestro favor.

EL PAJE DE ARMAS (ESCUDEROS)

1 Samuel 14:1-45. Narra la aventura de Jonatán y su paje de armas. Israel estaba en guerra contra los filisteos.

Jonatán decide ir en contra de los filisteos sin dar aviso a su padre Saúl. Solo hace esta declaración a su criado: "...Ven pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos."

La propuesta de Jonatán no era muy lógica, era prácticamente un suicidio, dos hombres contra un pueblo bien armados. Gran valor el de Jonatán, pero más impactante es la respuesta de su paje de armas: "...Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad".

Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas; y a los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él los mataba

Muchas veces vemos personas que siempre están al frente de la batalla, pero también hay un paje de armas que va junto a ellos, que sin su ayuda la batalla sería prácticamente imposible. Hay un equipo de personas que está detrás de la cortina que también están adiestrados para la batalla.

Dios está equipando ese paje de armas, esos escuderos dispuestos acompañar a los que van al frente.

NO TODOS PELEAN EN LA BATALLA PERO TODOS PUEDEN AYUDAR PARA QUE GANEMOS. La victoria será de todos. Somos un cuerpo, un ejército y un equipo.

CONCLUSION

¿Qué tienes en tus manos? Una vara, un hacha, una trompeta, un cántaro vacío, una antorcha, una espada, un manto. Si Dios te lo ha dado, cree que es un instrumento de guerra poderoso.

Tenemos que levantarnos y defender nuestra familia, nuestra congregación, nuestro trabajo. No hay de otra, si no peleamos por ellos, el enemigo se encargará de destruirlos, si no avanzamos, el enemigo nos hará retroceder.

La actitud de una persona bien adiestrada para la batalla:

· Compañerismo: A veces somos muy guerreros en la iglesia pero fuera no, a veces somos muy guerreros cuando nos toca predicar o cantar pero sentados en la silla no. Necesitamos ser compañeros en la batalla de otros.

Un verdadero guerrero intercede por otros, nunca dejará su compañero postrado.

· Nunca rendirse: No es que nunca se canse, es que si tiene que morir peleando, muere pero no se rinde. Derribado pero jamás destruido.

Hoy dile al ángel: “Tú y yo vamos a pelear y hasta que no me bendigas no te vas.

DIOS HA PROMETIDO DARNOS LA VICTORIA

Ex.14:14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

Prov. 21:31 El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.

Zacarías 4:6 Esta es palabra de Jehová a Zorobabel (a ti), que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Isaías 41:12-13 Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

“Es X Su Gracia”